jueves, 19 de enero de 2012

Retorno

Esta noche voy a enseñar a Karina un secreto. La tomo de la mano y la llevo al otro lado del río; lejos de las luces del pueblo las estrellas caen sobre nosotros como el zarpazo de una pantera. «¿Ves? Aquella es la Estrella Polar, concéntrate, imagina que un hilo infinito te une con ella y gira conmigo despacio». A partir de ese momento sólo se oye el rumor del agua y una música de cristales en el cielo. Así pasamos la noche, bailando lentamente sobre nosotros mismos, hasta que un punto de luz en el horizonte delata que comienza a amanecer por el oeste. Tomo a Karina de nuevo y cruzamos el puente. En el pueblo los otros nos esperan. «¿Se puede saber a dónde vais? Pronto va a hacerse de noche...»