Leo en el Tratado sobre la geometría en el arte, (Berlín, 1902) la apasionada defensa que el teólogo y geómetra alemán Klaus Baerman hace del triángulo en la composición de la pintura. El triángulo apoyado en uno de sus lados, por su estabilidad y equilibrio, dice, es la forma más adecuada, más pura y precisa para representar la divinidad. Y, precisamente por ser divina, la define como eterna e inmutable, por encima de las contingencias de la Historia y sus embates. No escatima el autor en ejemplos para ilustrarse y demostrar sus tesis. Selecciono, de entre ellos, algunas muestras que jalonan la historia moderna del arte:
Jan Harmensz Muller (Amsterdam 1571-1628) von Lucas van Leyden (Leiden 1494-1533).Das letzte Abendmahl. Die Passion.
Louis XVI Antoine-François Callet. (París 1778-1779)
Le Serment du Jeu de paume Jacques-Louis David (París 1791)
The bird is the world. Frank Kozik (San Francisco 2009)
The bird is the world. Frank Kozik (San Francisco 2009)
Lo comparto en el Facebook. Saludos
ResponderEliminarTodo un honor, caballero.
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