lunes, 26 de septiembre de 2011

Una técnica del diablo



Juan tiene una pesadilla esta noche. Resulta que ha llegado al infierno y descubre, por azar, una de las técnicas que utiliza el demonio para hacerse con el alma de los hombres. Es fácil; en cuanto le apetece, Belcebú se levanta, estira un brazo por encima de su cabeza y lo hace crecer hasta que alcanza la cúpula que cubre el gran  salón del trono. No les cuesta trabajo allí a sus garfas abrirse paso a través de la roca y culebrear después por el cascajo que la recubre. Son sólo entonces unos segundos los que tardan en aparecer sus dedos entre la tamuja que cubre el pinar de Sopeña. Tienen una curiosa forma; la forma de unas pequeñas setas como las que Juan, antes de ir a dormir, ha cenado esta noche.

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