Parar. Esperar que en el asfalto
abreven los semáforos.
¿Habrá en el fondo un cofre de oro?
Por las riberas, como juncos secos,
como edificios grises con ojos de nada,
veo peatones que esperan
una oportunidad para tirarse a la corriente
con la tenue esperanza de encontrarlo.
Me gusta, yo también lo veo así
ResponderEliminarQué real. A veces se ve al peatón metiendo el pie en la corriente. Por ver si cubre mucho...
ResponderEliminarUn saludo
El tesoro no esta fuera. Está dentro Alberto.
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