miércoles, 19 de junio de 2013

Una sombra en el centeno

Lo lee concentrado a la sombra de una encina, entre los campos de centeno. Es un libro magnífico donde está todo lo que se necesita saber: construir un barco, reunir una tripulación, manejar un arpón. El pequeño Ahab lo lee con deleite, pero también con urgencia. Ahí delante, sobre la superficie ondulante de las espigas, ha vuelto a ver aparecer, hace un instante, el lomo acechante de una enorme ballena blanca.

3 comentarios:

  1. Están ahí. Qué duda cabe. Las ballenas. Entre centeno, sábanas, cabezas en un bar, da igual.
    No hace falta buscarlas. Sólo hay que saber mirarlas.
    Abrazo
    Gabriel

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  2. Hay que estar atentos, es verdad. Poner los ojos en función caleidoscopio, poner predisposición, poner ganas y mirar.
    Abrazos, Gabriel.

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