jueves, 30 de mayo de 2013

La suma roja


(...) ¿Un libro, libro? Bueno es dejar un libro grande a medio leer, sobre algún banco, lo grande que termina; y hay que darle alguna lección al que lo quiere terminar, al que pretende que lo terminemos. Grande es lo breve, y si queremos ser, parecer más grandes, unamos sólo con amor, no cantidad. El mar no es más que gotas unidas, ni el amor que murmullos unidos, ni tú, cosmos, que cosmillos unidos. Lo más bello es el átomo, el solo indivisible, y que por serlo no es ya más pequeño. Unidad de unidades es lo uno; ¡y qué viento más plácido levantan esas nubes menudas al cénit; qué dulce luz es esa suma roja única! Suma es la vida suma, y dulce. (...)


Juan Ramón Jiménez. Espacio. 1940.

lunes, 27 de mayo de 2013

La perpetuación del triángulo

Leo en el Tratado sobre la geometría en el arte, (Berlín, 1902) la apasionada defensa que el teólogo y geómetra alemán Klaus Baerman hace del triángulo en la composición de la pintura. El triángulo apoyado en uno de sus lados, por su estabilidad y equilibrio, dice, es la forma más adecuada, más pura y precisa para representar la divinidad. Y, precisamente por ser divina, la define como eterna e inmutable, por encima de las contingencias de la Historia y sus embates. No escatima el autor en ejemplos para ilustrarse y demostrar sus tesis. Selecciono, de entre ellos, algunas muestras que jalonan la historia moderna del arte:

Jan Harmensz Muller (Amsterdam 1571-1628) von Lucas van Leyden (Leiden 1494-1533).Das letzte Abendmahl. Die Passion.

Louis XVI Antoine-François Callet. (París 1778-1779)

Le Serment du Jeu de paume Jacques-Louis David (París 1791)



The bird is the world. Frank Kozik (San Francisco 2009)

miércoles, 22 de mayo de 2013

Gunta kamba


gunta kamba lerende
gunta kamba guisú
gunta kamba dadá
gunta jas mambú

taque jaloida serele
flas gunta kamba llegó
in marula jas barala
all gunta kamba vio
y dadá pacá pallá
y gunta kamba venció

gunta kamba lerende
gunta kamba guisú
gunta kamba dadá
gunta jas mambú

viernes, 17 de mayo de 2013

A un Jardín de rosas, de Paul Klee.



No son las cosas,
son los espacios lo que las líneas marcan
cuando alumbra la luz.

Ni el tejado ni la rosa
ni la ausencia que dejan
los transeúntes del jardín.
Nada de eso importa ahora,
sólo el espacio
donde la mirada se posa y busca
el sabor metálico de lo extraño
en el que ésta encuentra
su único reconocimiento.

Así son las palabras, perfiles
de un espacio que apenas entendemos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

El escolástico y el humanista

 

Uno es un profesor rodeado y asediado por un montón de estudiantes. El otro es un erudito solitario que se halla sentado en la tranquilidad y la intimidad de sus cámaras, a gusto en la sala espaciosa y confortable donde sus pensamientos pueden fluir con libertad. Aquí encontramos el tumulto de las escuelas, el polvo de las aulas, la indiferencia a la belleza en los lugares de trabajo colectivo.
Allí, todo es orden y belleza,
Luxe, calme et volupté
Jacques Le Goff

martes, 7 de mayo de 2013

Pal pozo


Me he propuesto cambiar un poco de rumbo en cuanto al blog. Estoy leyendo Antifrágil, de Nicholas Taleb, un empirista radical que a veces asusta, es cierto, pero que en otras cosas le veo algo de razón. No os voy a contar el libro (que, por otro lado, no veo demasiado original), pero sí las reflexiones a las que me ha llevado. 

A ver, si yo tuviera que explicar cuál es la postura de los empiristas ante el conocimiento lo compararía con un minero que va cavando un túnel. Que sí, que va encontrado materiales, unos más valiosos que otros, pero cuyo rumbo, al fin y al cabo, está determinado por el azar. Está claro que es imposible saber, con un montón de roca delante, a dónde se dirige exactamente, pero su avance hará que obtengamos nuevos datos (aleatorios)  de lo que hay en el interior de la tierra. Pues eso, que aprendemos a base de meter la cabeza, recopilar información y clasificarla de la mejor manera posible (y con la que, después, algunos se harán ilusiones de poder adivinar el futuro: ahí tenéis a los ingenuos economistas y a los no menos ingenuos "científicos" sociales...).

Lo que quiero decir, y llevando todo esto al terreno del blog y de la terrible amenaza que hice al principio (a esto podéis añadirle una carcajada siniestra) es que a partir de ahora voy a escribir sencillamente lo que me salga de las narices. Si el minero encuentra, después vendrán los geólogos a llamar cosas raras a las piedras que aquél encontró, y pienso que con la literatura pasa lo mismo. Los hallazgos están en el mismo proceso de escritura. Tratar de ceñirse a un género condiciona tanto como si obligamos al minero a encontrar plata como sea; quizás la encuentre después de convertir en polvo dos mil toneladas de granito, pero lo que soy yo no le arriendo las ganancias. A partir de ahora este minero aficionado hará galerías en todas direcciones, se pasará la dictadura de los géneros por el arco del triunfo y gritará eureka si en vez de plata encuentra oro (aunque lo más seguro es que encuentre bastante porquería). Y eso; que quizás sigáis encontrando microrrelatos por aquí. O no.

lunes, 6 de mayo de 2013

Casa-cabeza


Atardece. Por la puerta-boca entran las últimas personas. El sol se esconde en el horizonte mientras arrastra tras de sí un gigante telón de estrellas. Ahora, las luces amarillas que se han encendido en las ventanas-ojos parecen dos astros más del firmamento. Hay música dentro, un guiñol de figuras recortadas, risas. Al final se bajan los párpados y se llena el campo de silencio. Sólo se oyen pequeños sonidos de digestión, bajo nuestros pies, en el interior del estómago gigante del mundo-cuerpo.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Pecados capitales. Camino de salvación.

La primera duda que tengo es si las dos luces verdes del fondo son las de los semáforos de un cruce o los ojos de una jabalina gigante. La segunda es si llevo en el maletero el arco mágico. Freno y bajo del coche y lo compruebo; el animal está al fondo, de perfil, mirándome fijamente con sus siete rayones colgando de las ubres como siete estalactitas. Parece un toro de Osborne sin cuernos y galáctico, tal vez un poco más gordo. Y el arco está. Lo monto. Voy achatando la distancia que me separa de la hija del rey Mum. Necesito acercarme lo suficiente para no errar la única flecha de la que dispongo y poder deshacer el hechizo. La carretera en silencio, la noche berrando de oscuridad, los ojos refulgentes. Apunto.